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domingo, 10 de abril de 2011

PREMIO INTERNACIONAL DE POESÍA "Gilberto Owen Estrada" 2011 DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO A "PIEDRA DEL ÁNGEL"

Toluca, Méx. Hugo Francisco Rivella, de Salta, Argentina, y Francisco Ledislao Melchor Franco, de Tlalnepantla, Estado de México, son los ganadores de los premios internacionales de Poesía "Gilberto Owen Estrada", en su séptima edición, y de Narrativa "Ignacio Manuel Altamirano", en su novena edición, respectivamente; lo anterior, se dio a conocer en la ceremonia de apertura de plicas de ambos certámenes literarios, encabezada por la secretaria de Difusión Cultural de la Universidad Autónoma del Estado de México, Georgina Arredondo Ayala.

En el evento, presidido por el Notario Público No. 1 del Estado de México, René Cutberto Santín Quiroz, se anunció que el jurado del Premio de Poesía -Oscar Wong, Raúl Renán y Pedro Salvador Ale- determinó otorgar el primer lugar al poemario Piedra del ángel, bajo el seudónimo "Anselmo Rodríguez"; en tanto, el jurado de narrativa -conformado por Samuel Gordon, Beatriz Espejo (representada por Rosario Casco Montoya) y René Sadot Avilés Fabila- acordó por unanimidad, otorgar el primer premio a la novela De Huipulco a Berlín, firmada bajo el seudónimo "Zopilote forense".

En la Sala de Rectores de la UAEM, Georgina Arredondo Ayala celebró el prestigio que ambos certámenes han adquirido dentro y fuera de la institución, al reconocérseles ya entre los mejores de su especialidad en el ámbito nacional, como lo evidencia el que se recibieron 71 propuestas: 41 de poesía y 30 de narrativas, provenientes de países como Argentina, Venezuela, Cuba, Canadá e Israel.

De igual forma, reconoció la participación de los integrantes del jurado calificador, quienes contribuyeron con su experiencias a la definición de los premios, con el respaldo de sus trayectorias y prestigio, que favorecen el constante crecimiento del mayor certamen de literatura al que convoca la Máxima Casa de Estudios mexiquense.

Por su parte, el jefe del Departamento Editorial de la UAEM, José Luis Arriaga Ornelas señaló que tanto el Premio Internacional de Poesía "Gilberto Owen Estrada", como el de Narrativa "Ignacio Manuel Altamirano", se han convertido en motivo de orgullo para la Universidad Autónoma del Estado de México.

"Son esperados año con año, no sólo por la comunidad universitaria, sino por autores nacionales y extranjeros que ven en ellos, sendos espacios para la presentación de sus obras, con la confianza que genera la seriedad y solidez que han adquirido".

El crecimiento y consolidación de estos certámenes proviene principalmente de dos fuentes: la calidad de los trabajos recibidos -provenientes cada vez más, de diversas partes del país y del mundo- y la estatura de quienes fungen como jurado calificador.

José Luis Arriaga Ornelas indicó que en cada una de las ediciones de estos premios literarios se ha invitado a distinguidos poetas, escritores, novelistas y estudiosos de las letras para integrar los comités calificadores; muchos de ellos han aceptado la encomienda, tan extenuante como trascendente, de elegir sólo uno de los trabajos en cada género para recibir el premio, consistente en un reconocimiento económico y la publicación de la obra literaria.

Más información en:

http://poderedomex.com/notas.asp?id=65600




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sábado, 12 de marzo de 2011

La Hora del Relámpago

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Primer poeta no español obtiene el "Premio Gil de Biedma y Alba"
La Hora del Relámpago: "Premio Gil de Biedma y Alba" 2011


La Hora del Relámpago
Voy a hablar de la guerra sus nudos sus espasmos la hondonada del surco

por donde anda la muerte la trinchera anegada la gangrena y el odio de la bala zumbando


voy a hablar y no importa que me duelan los ojos y el húmero me sangre
y el hígado me estalle que un tigre desgarrado salga a cazar fantasmas
y el metralleo distante del fusil sea un animal monstruoso taladrándome el hueso


Voy a hablar de la madre con el llanto en los brazos y los cabellos húmedos de mirar al ocaso de sentir que se apagan sus lágrimas y el polvo llena de infinito los muñones del pecho
me acaricia la frente con un cuento de hadas donde juego a la mancha con caballos de nácar


de la novia desgajándose sus misales su falda que vuela hecha un ladrido los responsos del cura por mendigar milagros y el desierto violando la memoria del ángel


Voy a hablar de la noche sus criaturas de hielo las putas de la esquina drogando su alegría el reo que cruza el tiempo montado en un murciélago y el reloj que eterniza la tristeza del muerto
del suicida y la cuerda en el agua del cuchillo en la lengua
del trago de cianuro que perfora el esófago y le quema los dientes con su adiós degollado


Voy a hablar de hiroshima nagasaki y el alba sus flores de ceniza y el sol en los escombros


Voy a hablar del coltan la muerte negra cuando el congo deshuesa su milagro de ébano
la libertad molida mis hermanos refugiados en la sombra del boabab


Voy a hablar del poeta enroscado en el hombre en la mujer y el fuego que tienen las palabras
la canción indecisa por saltar a la rosa y la casa tomada por ocupas y barcos


Voy a hablar de la bomba en el subte de atocha en las torres del viento los gritos el estruendo la desgarrada sombra de la noche la furia la locura el fundamentalismo como un manto sagrado que solo toca al hombre cuando le sangra el ojo
las ruinas del poseso los estigmas de cuarzo y la palabra en crisis con sus propios milagros


terrorismo en la piel como un payaso trágico


Voy a hablar de las miasmas mis derrotas la sangre que tienen las palabras cuando escribo estos versos lo que oculto en las noches bajo llaves de polvo y lo que sopla dentro de mi espalda


Voy a hablar del cobarde vestido de jaguar de la lengua partida tumefacta crujiendo
del marasmo del ojo cuando rompe el espejo que desdice en la noche lo que piensan mis dedos
de la mirada del mendigo cuando brota del alma un dios despedazado


Voy a hablar de mis pasos sin rumbo lo mismo que un hondazo de piedra al infinito


Voy a hablar de la pena como un gajo del odio y el ojo que le chilla al apenado
su sombra desterrada al fondo de la noche y todo su esqueleto es una flor penando


Voy a hablar de los números como cifras de hielo porque borran el nombre de juan
del aguacero del antílope herido del minero y su tumba del caimán
los números escuálidos de los niños que caen en el ojo demente de cualquier cataclismo o estallan como pétalos bajo un fuego cruzado


los números sin alma me sueñan sin saberlo


Voy a hablar de la canción del mar y su rugido la brisa que en tu rostro salpica las estrellas
el adiós de tu mano con un dejo infinito las huellas en la estela de todas las gaviotas
del canto de la orca y el vuelo de los tigres que montan en la espuma de las olas al irse


Voy a hablar de la culpa la violencia en el niño que se aferra al silencio con la boca atascada por proteger al ciego que descarga su golpe con los diablos punzantes


la violencia en el alma la que casi invisible se adueña de los pasos de la mujer sin nombre
del último crepúsculo en que cayó el guerrero y el poema tendido donde mueren mis manos


la violencia encerrada entre cuatro paredes y el cielo entumecido del hombre y sus retazos

Voy a hablar de los ojos de cristo desnucado el tajo en la mirada de soportar el cielo
los ojos de la madre cuando sueña la muerte y a tus ojos marrones moliendo mi desdicha
los ojos desnutridos del niño en la basura o fijos en las luces de todas las vidrieras
el juguete imposible como un nudo en el aire y la infancia hecha trizas con sus diablos de lana


Voy a hablar de tu cuerpo como isla desolada en donde fui titán y aventurero
y anduve tantas sombras que comprendo porque el ocaso es llaga y es recuerdo
y me sentí bandera de un mástil desterrado más allá de tu nombre y más acá del tiempo


Voy a hablar de esta cabeza que luzco deslucida el seso incinerado cada vez que me piensa sus neuronas de aceite y el cerebelo cae perdiendo el equilibrio


quién se llevó mis ojos quién los ciega
quién me los ha sacado y puesto entre los dientes para ahogar mi destierro en las noches sin luna
quién les puso tomillo cilandro del poniente y ajíes del altiplano con licores de menta
quién es quién en la muerte del último guerrero y quién le come el cuero al sueño de la espada


me vuela la cabeza por sobre el campanario el techo de las casas el monte de quebracho
la luz contaminada del basural que hiede y las ratas que atoran los caminos del niño que juega con los pezones de la muchacha muerta
me vuela la cabeza como a un sapo de escarcha con la lengua morada de celebrar mi entierro
y unas alas calcadas de un pájaro de piedra


Voy a hablar del rencor con sus cuevas de espinas donde la noche arroja guitarras destempladas la cruz que curva el cuerpo hasta arrastrar su alma por todos los rincones donde anduvo la muerte


Voy a hablar del silencio acunado en la rosa en donde el colibrí desvela la mañana
para que zumbe el aire y se desnude el ángel que por las noches cuida el secreto del agua


del silencio que raspa el corazón del torturado hasta resquebrajarle el ojo al miserable
y penetrar su carne con todas las derrotas
de sus sapos como pájaros torpes volando hacia la luna de un charco en el espejo


Voy a hablar de estas manos sus huellas en el cuerpo de la mujer amada
los tigres sumergidos en mis brazos sus cavernas de voces que nombran los fantasmas con los que anda mi infancia y sus monigotes de pan azucarado
de las manos del músico y la canción aquella que todavía no ha escrito
la cuna hecha con trozos de ternura que el carpintero talla en el árbol y el sueño


voy a hablar de las manos clavadas en el tiempo del madero y sus llagas
y el amor que despacio destrona su cabeza


Voy a hablar de la furia de no saber quien soy y dejar que mi boca se llene de blasfemias
de palabras que hieran como púas herrumbradas y se rompa en la lengua todo el abecedario
de la furia que me ciega el cerebro y tajea al silencio con heridas que sangran
las grietas del espejo tu pollera estampada el peso de tu mano cuando va por mi cuerpo como la piel de un gato y un diablo de latón enfermo y tumefacto lo arrastra por la orilla de un mar inexistente


Voy a hablar de la vida con su rosa cuarteada y el amor que sucede en medio del naufragio
al fondo del remanso de un río embravecido y en una mariposa de vuelo zigzagueante


voy a hablar de la vida sus arrugas el signo de caminar descalzo sobre el vidrio del miedo
y trajinar los ojos del que rueda penando
voy a hablar de la luna zozobrando en sus ojos y una flor sin regreso cayendo en su mirada


Voy a hablar del relámpago su luz como un retazo de dios entre las cosas y el cielo dividido del milagro y el hambre las mujeres los hombres con la culpa del muerto y el árbol que lo ensueña con sus ramas ausentes


Voy a hablar de tu voz adentro de la rosa de lo que va pasando para seguir amando el trago la espesura los dientes de león la rama el agua el sauce
el fuego desvalido del reo en la penumbra y la Poesía que pende del crepúsculo


pendiendo del trigo y la paloma que en las tinieblas fulge como un rayo
pendiendo de mi lengua enmudecida y de la boca que se atreve al grito
pendiendo del escriba con su canto sonoro
pendiendo de la sombra esculpida en el muro







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jueves, 6 de mayo de 2010

Si decidieras volar: un poema del libro Tigre de arena

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si decidieras volar
ser un águila que rompa el horizonte o ser un cuervo de graznido ronco
como es ronco el abismo de la trampa
en esa trampa donde cabe el odio y se anudan los ángeles de barro
volar
si decidieras volar
en la estratosfera acuñará monedas el avaro,
                                              se llenará de yeguas majestuosas
si decidieras volar
sería un suicido la esfera del reloj en la palabra






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Le tengo envidia: Un poema del libro Tigre de arena

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le tengo envidia porque baja al agua
                      y porque baja al agua se chumuca
se chumuca cual pato lagunero y porque mete a dios en sus ojeras
le tengo envidia a su pellón de plumas y al espejo amarillo de sus ranas
a sus galopes rancios y a sus vinos y al guante de mecer sus agonías
y que digan que tengo malaentraña
y que tengo viscosa la osamenta
y que envidio sus ropas desgarradas y la lámpara extraña de su hechizo
y que sangren mis párpados
y se hinche la mollera del niño
y en el barro empiece a macumbear con su cabeza







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jueves, 22 de abril de 2010

AGUA DE SIEMPRE

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Quise oler el manzano y el huerto ya no existe
en mí se hace un hombre con su amante.
                                      Rosa fundida.

¿Es posible amar sobre ojivas nucleares o mares cubiertos de petróleo?
Dame tu mano para saber que el sueño está intacto
que el hombre ha de salvarse tan sólo por el hombre

que en algún lugar
alguien está haciendo el amor
para que este poema no muera.






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miércoles, 17 de marzo de 2010

La Palabra y Los Días: 24 de Marzo

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La Palabra y los Días. El golpe a la ternura. La violencia en la cruz con Cristos lastimados. El golpe sobre el rostro de una Patria caída con los ojos abiertos de lágrimas que hieren.


24 de marzo: mazazo sobre el pueblo. Mazazo. Yunque. Golpe.


Abismo derramado sobre el hombre para que la memoria sea apenas eso, sombra, miedo, impunidad. Y en la ronda del fuego el amor se queme como un bonzo. Arda como la pira, como los leños que quemaron el nombre de Juana de Arco.


Arda como los libros quemados en la plaza creyendo que únicamente en ellos andaba la palabra, sin saber que la Palabra y los Días sostienen a los hombres como sostiene el vuelo la distancia,"aunque la muerte persiga poner inmóvil al Tiempo"


24 de Marzo. La Palabra y los Dïas.


El golpe fue a la simple mirada de la niña que cruzaba la vida con la risa en las manos.


Fue al obrero en la fábrica en donde se forjaba como un hierro labrado el destino del pobre.


Fue al estudiante en donde los colibríes dibujaron la rosa de los vientos, y el sueño de pensar una Patria más justa, le guiaba los pasos. Transparentes.


Fue a las madres calladas con el sol bajo el brazo y la luna descalza en la cuna del hijo.


Fue al mar en donde caían como pétalos grises los cuerpos lacerados de tantos inocentes.


Fue a la Primavera. Al Otoño. A Las Cuatro Estaciones de una música rota.


Pero el Tiempo se encarga, con los hombres adentro, de poner una llama en la sombra del agua. Es demasiado el peso para quedar callados. Para quedar oculto por los siglos del hambre. Por los siglos del miedo. Por los siglos del hombre arrodillado. Por siglos de mentiras para que en ellos haga pie el Olvido y haga pie la Injusticia y haga pie la Impunidad y haga pie la Muerte.


24 de Marzo. La Palabra y los Días.


Hubo 30.000 desaparecidos. Glauce Baldovin en Villa Páez, me decía, no los desaparecieron, los torturaron y los mataron. Digo hubo 30.000 desaparecidos.


-¿Cómo pueden saberlo?


Se han escondido. Se fueron del país. Se exiliaron ocultos en la arena. No están. No lo busquen que no están, agregó la rata del General Videla. Y las hienas reían sobre los muertos.


Osvaldo Bayer, La Palabra y los Días dijo entonces: - Cada una de las madres que ha esperado a su hijo hasta el amanecer, hasta el amanecer de un día después y del otro y del otro...cada una de las madres sabe que su hijo no regresó. Cada una de las madres que vio en su casa una cama vacía sabe que su hijo no regresó, por eso aún lo buscan.


Lo buscan en las tumbas comunes que Bussi o el Cachorro cavaron en la tierra, los buscan en el ruedo de un circo destruido.


A los hijos los buscan en la flor del mandarino. En cada poema escrito, en cada letra, en el sueño del árbol que se ha vuelto una guitarra, en la manos hundidas en la harina en donde el pan navega como un barco de nieve. Los buscan en los ojos y en las voces del que no se ha dormido arrullado por cantos de sirena. Hay que buscarlos adentro de nosotros porque adentro de nosotros están resucitando cada día.


Y resucitan en las bocas de hiena del torturador Y resucitan y resucitan y resucitan sin tiempo, no se callan


:"El asesino se ha comido una pequeña alondra. No pueden enterrarlo. La Alondra no se calla"


Y entonces la mentira en nombre de la Patria y hasta en nombre de Dios, el mismo Dios herido con cada desaparecido, con cada hombre arrojado a la mar, fusilado, asesinado, perseguido.


La alondra no se calla. Está cantando


24 de marzo. La Palabra y los Días. 24 de marzo un golpe a la Memoria


"Quiero saber como se ve el mundo. Me olvidé de su forma. De su insaciable boca. Me olvidé de la noche y el día. Me olvidé de las calles recorridas..."


-Decía Ana María Ponce, secuestrada en el zoológico y asesinada. La secuestraron las bestias del Zoológico Mayor, el de Massera y el de Galtieri, el de Martínez de Hoz y de Cavallo, el de Etchecolatz el del Brujo, el de Von Wernikch el de Chamorro, el del Tigre Acosta y de tantos entregadores


"Estoy a pesar de todo esto, de no creerlo, juntando unas palabras, que me dejen recordar como podría verse el mundo". " He resurgido muchas veces desde el fondo de las estrellas derrotadas"


Cuando se la llevaron, cruzó su canasto sobre los hombros, saco sus poemas, el arma eterna de la vida y me dijo:


-Tomá, guardalo- Cuando cruzó la puerta de la ESMA no supo, ni yo tampoco, que Ana María alias Loli, estaba cruzando la eternidad.


Ya no cuelgan de las paredes del Colegio Militar de la Nación las fotos de Jorge Rafael Videla y de Reynaldo Bignone. Pero mucho antes, a pesar de la misa en los domingos, ya no estaban en los ojos de Dios, a pesar del Indulto o de la Obediencia Debida.


No se pacifica sobre el silencio. Se pacifica sobre la Verdad.


24 de marzo La Palabra y los Días.


En cada uno de nosotros el mundo es una llama.


En cada uno de nosotros el tiempo ha urdido la trama de la historia.


En cada uno de nosotros La Alondra no se calla.




Texto de La Palabra y Los Días de Hugo Francisco Rivella para Los Ocultados, 24 de marzo de siempre







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martes, 8 de diciembre de 2009

EVA NUESTRA QUE ESTÁS EN EL BARRO

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Eva nuestra que estás en el barro. Larga fue la tristeza y lenta la agonía de tu pequeño cuerpo herido por las babas de ese dios homicida.
Te lloraron los niños de las minas sin alma de la puna en Jujuy,
la rosa de los vientos y el jume en esas soledades de Santiago del Estero,
el llanto entretejido en los tapices, cuando Catamarca deshilaba en la rueca los hilos y la sombra de aquellas tejedoras Belenistas,
la Pampa y su horizonte cuando Las Salinas Grandes eran espejos de agua empañados por los ojos de Roca y sus fusiles.
Eva nuestra que estás en el barro
te ha modelado el sueño de las embarazadas por la trampa y el hambre,
las fábricas con cientos de mujeres obreras.
La fragua de la vida te iba forjando eterna a pesar de los golpes y la lengua de los dueños del mundo, la furia desdentada de la señora gorda, sus tertulias de seda,
muchachita con ojitos de alondra y corazón de puta, un diamante en el barro, como decía la Walsh , te levantas ahora, te metes en la historia que inventaron tus dedos, le mueles a la muerte sus oficios terrestres, tu sexo a plena luz como una carcajada resonando en las calles
de un Buenos Aires que ya nunca volverá a ser el mismo .
¿Dónde estás Patria mía?
“Yaceré a cielo abierto” Patria adentro del hombre, comerán mis grasitas de este cuerpo y mis ojos, caminaré en el vientre del fuego de los niños y volveré millones cuando pase el olvido.
Yaceré a cielo abierto en una madrugada
en la que a Buenos Aires le duela mi recuerdo,
y en las casas humildes me lloren las mujeres
y en la palabra amor, resucite de nuevo.


Yaceré a cielo abierto, sin puñales ni sombras;
el Pueblo, como un ángel, me seguirá los pasos,
yo seré una bandera para que el niño ría
y la historia en el viento me levante en sus brazos.


Eva nuestra estás en el barro porque es de barro el hombre,
la ternura de piedra en sus manos callosas.






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martes, 1 de diciembre de 2009

EL CANTO DE LOS PAÑUELOS

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a las Madres de Plaza de Mayo



Las mujeres de negro sueñan un cielo blanco.

Era tierra el pañuelo.
Un ala de secretos y de vuelos ocultos,
pero después
                     despierta con las voces que cantan
y el ala recupera su libertad,
su fuego.

Y el pañuelo es un rostro empecinado y nuevo
y las manos              la urgencia del camino hacia el hombre
y las rejas                el Tiempo del Arcángel que anuncia
                                    el roto diapasón de la esperanza.

Una mano levanta.               Otra mano levanta.
Otras manos levantan su increíble frescuras de otoñales distancias
y el pañuelo
                             es un arco
que se tensa en la frente de las Madres de Mayo.







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lunes, 16 de noviembre de 2009

La memoria del fuego: un poema del libro La memoria del fuego

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Se extingue sobre la fuente
desollada en la res
del sacrificio.


Allí detiene el tiempo
su elipsis
cuando detrás de los espejos
el pasado se olvida
de la muerte.


El hombre es un símbolo
de palabras,
de imágenes
con las que atravesamos
los silencios
y en un acto ritual
nos
reinventamos.






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viernes, 18 de septiembre de 2009

La poesía sucediendo

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Ganador del Premio EL VERSO DIGITAL 2009

"El escritor argentino Hugo Francisco Rivella obtiene el premio de 1.000 euros en metálico por su poemario "La poesía sucediendo".
El día 16 de junio, se han conocidos los finalistas y el poemario ganador del IV Certamen internacional de poesía "El verso digital" que convoca Publicatuslibros.com, dotado con un premio en metálico de 1.000 euros, y que está patrocinado por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.
Hugo Francisco Rivella (Argentina) ha sido el autor cuyo poemario La poesía sucediendo, ha conseguido la mejor puntación emitida por el Jurado integrado por los escritores Teresa Iturriaga y Manuel Carlos Sainz, ganadores de las ediciones 2008 y 2007 respectivamente, el escritor y poeta argentino Luis Benítez y la Catedrática de Literatura, Mercedes Moreno.
Los poemarios y autores finalistas elegidos han sido:
Mi nombre ante el espejo Manuel Fernández de la Cueva Villalba (España)
Vacuas Andrés Urzúa de la Sotta (Chile)
Lunática en el ático María del Carmen Guzmán Ortega (España)
Destinos Emiliano de Lucas Matarranz (España)
De algunos días en la ciudad Carlos Torrentera (México)
Un lugar sin estaciones Carlos Luis Ortiz (Ecuador)
La luz caída en el espejo Marcos Joel Garríguez (Argentina)
Αιώνια Arianna Bañuelos Zetina (México)
Se lo llevaron Manuel Senra (España)
En esta cuarta convocatoria se han recibido un total de 393 obras provenientes de 22 países diferentes del Mundo. Los diez poemarios finalistas, incluido el ganador, serán compilados y editados en un libro presentado por Publicatuslibros.com. Además, el/ ganador podrá editar un libro digital con sus obras por cortesía de Publicatuslibros.com.
El fallo se ha dado a conocer en la fiesta que se ha celebrado en el Albergue -Spa Juvenil de Jaén, y que ha contado con la presencia de las poetas jiennenses Ana Toledano y Yolanda Ortiz".
La poesía sucediendo y los otros poemas finalistas pueden ser leídos en: EL VERSO DIGITAL 2009:
http://www.publicatuslibros.com/fileadmin/Biblioteca/Libros/Poesia/Verso_Digital_2009.pdf




LA POESÍA SUCEDIENDO

La Poesía aquí, en la rosa más leve de mis sueños de arena, en los ojos del niño que deambula en las calles,

en la quietud del lago que me va recordando los increíbles peces de un espejo sonoro.

Aquí, en la boca desnuda del que lo dice todo,

en el punto que une el círculo y la recta para que se desdiga la ecuación de sus números hueros.

La Poesía aquí, en la felpa y el miedo, en el corsé infinito de la propia censura, desmantelada, sí, desgajada del árbol, huyendo de las ratas, del mendigo, del cuajo de mis ojos, de sus ritos de menta, del poeta y demiurgo de ranas hechizadas, de tigres desdentados, de putas sollozando, de barcos sin sentido en un puerto vacío.

La Poesía aquí, en el pubis de escarcha de la mujer violada, en el cura que baja hasta la misma sombra y muerde el campanario de su sexo apagado.

La Poesía aquí, en la rosa demente, cuando se desmorona el mundo, sus harapos,

los labios temblorosos del cómplice de turno y el político fuga de sus propia palabra.

La Poesía aquí, en la punta del pie, en las uñas pintadas de la mujer que amo,

su cuerpo en mis dedos como una flor de nieve, el perfume del viento que cruza sus cabellos y que llena de soles los bordes de mi almohada.

La Poesía entre mis huesos de amor trastabillando.

La Poesía aquí, entre nosotros, en el rostro polvoso de la trampa,

en la niña que duerme sus juguetes de plástico,

El verso digital 2009 Varios autores

en la tierra que estrangula sus rituales de lluvia y estaquea su corazón como a un cuero reseco

y Cristo se desgarre a orillas del crepúsculo si no siento que cuando pasa el otro,

soy yo el que está pasando

La Poesía aquí, desnuda o desnudándose, mostrándonos el sexo para que se escandalice la página literaria que merodea su censura infinita, porque si digo puta o mierda o puñalada, causa más impresión que si dijera hambre, pobreza, desnutrición,

extrema unción del río que va contaminado.

La Poesía entre nosotros para que siga viva, y vuele desde el cerezo hasta el agua servida, y caiga del ojo que llora una lágrima enferma,

La Poesía que abandone al poeta sin mancha, su copa de cristal sin llagas en la sombra, sin tigres en la sangre, al poeta que urde su pedestal y olvida, al otro, al diferente y porque arma un verso con levedad de olvido, siente que la palabra lo vuelve inalcanzable.

La Poesía que abandone la cátedra vacía del ritual del fonema y el desmenuzamiento de planos inclinados, de análisis sintácticos, el giro, el paradigma, y sorba el seso al Juez con sus doctrinas, y en el hombre se agriete como una flor reseca.

La Poesía entre nosotros igual que una pedrada arrojada al espejo del miedo y de la muerte,

que ronque en el ausente,

que le sueñe a la madre sus rezos en la noche,

que el travesti la bese y la posea,

que el caído la trame en su tristeza,

El verso digital 2009 Varios autores

que a la niña le ronde enamorada,

que al mendigo le cruja en los zapatos.

La Poesía entre nosotros como la vida misma, buscándonos, hundiéndonos, penetrándonos, a cara descubierta, a sexo limpio, a fábrica tomada, a piedra en el escándalo, a ternura de sapo, a un tsunami de bronce, a bestia alucinada.

La Poesía aquí, entre nosotros, como un rompecabezas que armamos entre todos.

La Poesía sucediendo… porque sucede el Hombre con sus ángeles torpes, y sucede la vida y suceden los años … en Bayer y en la Glauce que agazapa sus ojos en las rejas del Bergman, en Romilio Rivero hechizando serpientes, en Vallejo y sus huéspedes secretos, en Lorca con sus toros irrumpiendo Manhattan, en Céspedes y la trama del Presidente Ahorcado, en los trenes oxidados del salar de uyumi como un museo de hierro que nos sueña soñando.

La Poesía sucediendo en la caña de azúcar, en la mujer de ojos renegridos en donde el fuego se vuele una luciérnaga.

La Poesía sucediendo en todas partes, en los ojos, los dedos, en los pocos cabellos que rondan mi cabeza, en la poca inocencia que nos queda, en la fragilidad del agua anochecida.

La Poesía sucediendo en todas partes.

Adentro

sucediendo..





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lunes, 14 de septiembre de 2009

Yo, el Toro

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Canten.
Celebren que la Paz se oculta en las palabras.
Yo estuve en las milicias combatiendo, fui partisano, rana, ruido,
trinchera, banco de pruebas y anarquista.
Tengo a España en la piel, soy su alarido.
La ternura corriendo entre las moras.
Soy en el Mediterráneo una isla hacia donde fugan los abismos.
Fui la Guerra Civil y fui sus muertos caídos sobre la cruz de
un Cristo enfermo.
Soy Guernica, la sombra y el camino que recorren los ojos de mi
madre,
Las manos de Segovia, su guitarra, la Alhambra,
ritmo flamenco que enciende el mástil de las barcas pesqueras,
el tatuaje marino, las nalgas de Rosario,
el Duero con la sangre del niño asesinado y el vino, vino tinto,
vino y partida y vino sentimiento, el ángel de las uvas,
su secreto de lluvia, los poemas de Góngora y Quevedo,
la saeta, el milagro del ciego con su piel dolorida
y los pies del cansancio cubriéndose los pájaros.
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Soy Yo,
El Toro,
un corazón de espejo agonizando.







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Caballos en la lluvia

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La Poesía es una casa abandonada
                        en donde se han refugiado
los caballos y la lluvia,
un niño con una pelota de trapo y una mujer embarazada.
Por ella
corren ciudades con trenes que respiran una muerte
                                        secreta
y también
                       la camisa mugrienta de un hombre sin destino.
Puedo sentir en las paredes de la casa
la música de Bach y la de Cuchi
                      y vestirse blanco la piedra en el espejo.
El fuego que se quiebra.
Los tigres escapando de un durazno.

A tropezones llega la memoria.
Se entrega como una mujer hasta ser un gemido.
(Las manos del amante sobre el muslo apenas si resisten
                                                            transparencias).
De pronto,
los caballos salen al patio
                              y la lluvia
                                            se desteje en lejanías.

La carretera ha partido llevándose mi infancia

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La carretera ha partido llevándose mi infancia.
No me reconozco entre la gente que pasa
                 y tampoco nadie se ha reconocido en mí.
Mis amigos corren una mariposa,
intentando ser los últimos en abandonar la carrera de los días
                                              que fueron.
Dibujo en el aire el perfil de una ballena,
                                         toco sus aletas,
sus agallas,
                    tan grandes como la catedral,
como los pechos de la de quinto que ayer me miró
                                          mientras reía.
El pueblo ha dejado de existir.
Son otros los personajes que habitan los rincones
                                     en donde jugué
                                    a las escondidas.
Ha pasado por allí otra vida.
Otros caminos que los abuelos repiten en sí mismos
                                pero que no alcanzan.
He llorado horas enteras
       y de mis lágrimas creció una tempestad
que me devolvió a otros caminos
a otra Carretera.






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Hay mediodías que parecen puñales

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Hay mediodías que parecen puñales,
Voces que se sueltan como monedas en un tarro.
Abstracciones.
Hay colores que pintan el paisaje con miedos,
con palabras que duelen como heridas antiguas
y yo
me confieso ante el hombre en el nombre del Hombre,
del pecador, del ruín, del tratante de blancas,
del traidor.
Me confieso en el nombre del Odio.
En el nombre de los bajos instintos.
En el nombre de los desposeídos.
En el nombre de los que traicionan a sus mujeres y a sus amantes
y a sus hijos.
Me confieso en el nombre de los Derrotados. En el nombre de los
Caídos del Alma.
En el nombre de los Arrastrados.
Los otros. Los puros. Los elegidos. Ellos están a salvo
de la temporalidad
mientras tanto
existen mediodías que parecen puñales
y piernas como alambres que sostienen efigies de barro.
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Del libro Agua de mis manos. Editado con el apoyo del Fondo Nacional de las Artes.






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La infancia ronda como un duende

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Sixta Corbalán,
cuando yo era un pedazo de esta jungla que soy,
me llenaba los días con las aventuras del Tigre y del Zorro,
de Pedro Urdimales,
del Duende sombrerudo de la siesta.
Hacía mate cocido en un tarro de dulce de durazno
y cuidaba la tortilla en el rescoldo como a una flor de harina.
Yo iba creciendoo frente al fuego,
leyendo la ceniza,
iniciadoo en la alquimia de adivinar la sangre.


Colgaba de sus manos una estrella de miedo.


La ciudad se me vino encima.
Me arrinconó entre ascensores y toboganes.
Me ahogó las venas con dolor y cemento.
Me tiró una roca de mar.
Hizo un tajo en el cielo por donde vomitaba dios sus mandamientos.


Sixta Corbalán surce las medias que debe ponerse al otro día.
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Del libro Zona de otros días. Primer Premio Concurso Provincial de Poesía Autores Éditos 2006. Secretaría de Cultura de la Provincia de Salta, Argentina.













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